domingo, 10 de abril de 2011

¿Por qué lo llamamos deporte cuando queremos decir fútbol?

Sentada en el sofá haciéndome la pedicura y dudando entre el esmalte blanco merengue y el agresivo rojo granate. Así me encontraba cuando vi el uno de abril mi primer informativo deportivo. Un amigo del club de campo me recomendó ver el informativo deportivo de Cuatro al mediodía, presentado por Manu Carreño y Manolo Lama. Me extrañó que se llamara Deportes Cuatro y no Fútbol Cuatro, porque fue de lo único que oí hablar. Por lo que decían, la liga de fútbol se está discutiendo entre el Real Madrid y el Barça, que decir Barcelona para según qué sector resulta “políticamente” incorrecto. 

Josep Guardiola, entrenador del Barça, se jactaba de lo bueno que era su equipo y de lo fácil de ganar que era su principal rival, el Real Madrid. Intentaba concentrarme en todo lo que el entrenador catalán decía sobre su equipo y sobre su oponente, pero solo podía fijarme en su pícara sonrisa ¡Es tan mono! Es lo que mi amiga Piluca llama un papi interesante. Un domingo al mes vamos al parque de El Retiro a ver papis. Nos encanta ver cómo juegan con sus pequeños, para luego imaginar que juegan con nosotras. Volviendo al informativo de Los Manolos, y no hablo de zapatos, José Mourinho, cual niño encabronado, protestaba por las declaraciones del Papi-Pep. 

La jornada del sábado se preveía interesante, y no porque Piluca fuera a estrenar un bolso Channel que de antemano todas sus amigas sabíamos que era de imitación, si no porque había fútbol. El Real Madrid jugaba contra el Sporting de Gijón, y el Barça lo hacía contra el Villareal. Podríamos resumir la noche como la noche del único gol. El Sporting marcó un gol al Real Madrid; el Barça le marcó un gol al Villareal; el Barça le coló un gol al Real Madrid. No, no me he vuelto loca, eso sólo me sucederá si tuviera unos Manolos en mi armario, y no a los Manolos de Cuatro. Y es que el gol que el sol de Shakira le marcó al portero del Villareal supo a los seguidores del Barça tan bien como el gol que el Sporting le marcó al Real Madrid. 

Perdiendo el equipo madrileño y ganando el catalán, los servicios informativos de deportes han cerrado la semana con broche de oro. Han acabado como “amigos”, disculpa incluida por parte del presidente del equipo azul-grana. Yo, que soy una mujer fanática de jugadores, y no de equipos completos, he decidido hacerle esta semana un homenaje a Gerard Piqué. Para empezar, he tenido que rehacerme la pedicura. El viernes decidí finalmente pintarme las uñas de blanco merengue. Si llego a saber a día de hoy como acabaría la jornada del fin de semana, y me las hubiera pintado de rojo granate. Es que el día 17 de abril tengo una comunión, y ando haciendo pruebas de estilismo para lucir perfecta. Tengo que prestar máxima atención a las uñas porque me compré unas exquisitas sandalias de tacón con un exquisito encaje en la zona del talón del que salen unas cuerdas que se atan al tobillo. Las sandalias son azules, por supuesto. 

Durante esta semana, en la que estaré más pendiente de la liga que nunca, también tendré que encontrar un bolso, a juego con las sandalias, en el que pueda llevar una pequeña radio para escuchar la retrasmisión del Real Madrid versus Barça. Espero que tengáis noticias mías antes del día 17 de abril. Aún no he decidido que vestido ponerme, pero creo que no necesitaré volver a cambiar el color de las uñas de mis pies por blanco merengue. 

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