domingo, 10 de abril de 2011

El Barça se ve campeón

JORNADA 30 | VILLARREAL 0 - 1 BARCELONA

El equipo de Guardiola vence en su complicada visita a El Madrigal y decanta, de manera casi definitiva, la Liga de lado culé. La diferencia entre primero y segundo se amplía hasta los ocho puntos tras la derrota del Madrid ante el Sporting.

JAVIER PORTILLO. Madrid. El destino es caprichoso y siempre te aguarda las sorpresas más inesperadas. Eso debió pensar ayer José Mourinho tras presenciar como Manolo Preciado, otrora enemigo público número uno del portugués, le impedía seguir soñando con una Liga que se escapa hacia Barcelona. Y es que el conjunto dirigido por Josep Guardiola no desaprovechó la ocasión de dar un golpe, prácticamente definitivo, al campeonato tras ganar al Villarreal por cero goles a uno.

El Barça saltó al terreno de juego sin urgencias pero con necesidad, necesidad de dar por terminada una Liga que se estaba convirtiendo en una guerra desmesurada en la que cualquier arma vale para aniquilar al rival. Así el equipo azulgrana se apropió del balón de principio a fin. Sin embargo la primera ocasión fue para el equipo local. Valdés se lució con una gran parada tras el lanzamiento de Rossi. Aunque la posesión se decantaba de lado culé, el gran ritmo que imprimieron al encuentro ambos conjuntos hizo que de primeras no hubiese un claro dominador. A las grandes posesiones visitantes contestaba “El Submarino” con internadas eléctricas en el área rival y de nuevo Rossi dispuso de otra clara ocasión en la que Valdés volvió a estar afortunado.
Hasta la media hora de juego el equipo de Guardiola no dispondría de su oportunidad para atravesar la portería de Diego López aunque no pasaría de eso, de una oportunidad.
Conforme pasaban los minutos, el equipo amarillo se encontró con una empresa difícil y no tuvo más remedio que esforzarse en labores defensivas para neutralizar las cada vez más mordientes llegadas del Barcelona. El entrenador local, Juan Carlos Garrido, hizo especial hincapié en el contraataque, única manera de hacer daño al equipo catalán. El Villarreal terminó la primera parte exhausto y celebró la llegada del descanso casi como un gol.

Comenzaba la segunda mitad y se confirmaba la superioridad culé. Iniesta fue el primero en avisar seriamente a Diego López quien mandó a córner el disparo desde la frontal del manchego. Guardiola movió el banquillo para logar el gol que tanto se resistía y dio entrada a Messi, el mejor, el número uno. El damnificado sería Keita. Garrido contestó y dio entrada a Nilmar por Marco Rubén. El objetivo de ambos entrenadores era claro, el gol. Y llegaría en el minuto 66. Marcaría Piqué para dar al Barça la tranquilidad, aunque se celebrara con urgencia en el banquillo azulgrana. El tanto llegaba tras un buen centro desde la banda derecha.

Con el Barcelona por delante en el marcador y con las fuerzas desgastadas, los chicos de Garrido se entregaron ante quien reconocen ya como campeón de Liga. Guardiola movió a sus hombres hacia la defensa, juntando las líneas para mantener el marcador a favor. El Villarreal no dispondría de ninguna oportunidad que permitiera mantener con vida un campeonato que se acerca a su final. A falta de ocho jornadas, el interés mira hacia la final de Valencia y los partidos de Champions. Porque ahí se juega “otra liga” y esa, no está ni mucho menos decidida.

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